La tendinitis de hombro es una inflamación de los tendones que conectan los músculos del hombro con el hueso. Esta condición puede causar dolor, rigidez y limitación del movimiento del brazo. A veces, la tendinitis de hombro se debe a un sobreuso o a una lesión, pero también puede estar relacionada con otras enfermedades como la artritis o la diabetes.

El tratamiento de la tendinitis de hombro depende de la gravedad y la causa de la inflamación. En algunos casos, se puede recurrir a la cirugía para reparar el daño en los tendones, pero esta opción tiene riesgos y complicaciones. Por eso, antes de optar por la cirugía, es conveniente probar otros métodos menos invasivos que pueden ayudar a aliviar los síntomas y mejorar la función del hombro.

Algunos de estos métodos son:

  • Reposo: Evitar las actividades que empeoren el dolor o que impliquen movimientos repetitivos o forzados del hombro. Esto permite que los tendones se recuperen y se reduzca la inflamación.
  • Hielo: Aplicar hielo en el hombro durante 15 minutos varias veces al día. El frío ayuda a disminuir el dolor y la hinchazón.
  • Medicamentos: Tomar antiinflamatorios como el ibuprofeno o el naproxeno para reducir el dolor y la inflamación. Estos medicamentos deben usarse con precaución y bajo supervisión médica, ya que pueden tener efectos secundarios.
  • Fisioterapia: Realizar ejercicios específicos para fortalecer los músculos del hombro y mejorar su movilidad. Un fisioterapeuta puede diseñar un programa personalizado según las necesidades de cada paciente. La fisioterapia también puede incluir otras técnicas como el masaje, la electroterapia o la terapia con ultrasonidos.
  • Inyecciones: En algunos casos, se puede inyectar corticoides o plasma rico en plaquetas en el hombro para reducir la inflamación y estimular la regeneración de los tendones. Estas inyecciones deben realizarse por un profesional y solo cuando los otros tratamientos no hayan dado resultado.

Estos métodos pueden ayudar a tratar la tendinitis de hombro sin cirugía, pero no son una solución definitiva. Si el dolor persiste o se agrava, o si se produce una ruptura de los tendones, se debe consultar con un médico para valorar otras opciones de tratamiento.

La prevención es clave para evitar la tendinitis de hombro. Algunas medidas preventivas son:

  • Calentar antes de hacer ejercicio o de realizar actividades que impliquen el uso del hombro.
  • Mantener una buena postura al sentarse, al dormir o al trabajar.
  • Evitar levantar objetos pesados o hacer movimientos bruscos con el brazo.
  • Descansar el hombro cuando se sienta cansado o dolorido.
  • Estirar los músculos del hombro después de hacer ejercicio o de estar mucho tiempo en la misma posición.

La tendinitis de hombro es una condición común que puede afectar a la calidad de vida de las personas que la padecen. Sin embargo, con un tratamiento adecuado y unos hábitos saludables, se puede mejorar el estado del hombro y evitar complicaciones mayores.