Las patologías de pie y tobillo son muy comunes en la población general y pueden afectar a la calidad de vida de las personas que las padecen. En este artículo, vamos a repasar algunas de las patologías más frecuentes que se pueden presentar en estas regiones del cuerpo y cómo se pueden tratar desde la fisioterapia.

Una de las patologías más habituales es el esguince de tobillo, que consiste en la rotura parcial o total de uno o más ligamentos que dan estabilidad a la articulación. Normalmente se produce por un movimiento brusco o una torcedura del pie, y puede causar dolor, inflamación, hematoma e impotencia funcional. El tratamiento fisioterapéutico consiste en aplicar frío, vendaje compresivo, elevación del miembro afectado y movilización precoz. También se pueden utilizar técnicas como el masaje, la electroterapia, la terapia manual o los ejercicios de propiocepción para favorecer la recuperación.

Otra patología frecuente es la fascitis plantar, que se caracteriza por una inflamación de la fascia plantar, una banda de tejido conectivo que recubre la planta del pie y que se inserta en el talón. Esta inflamación puede provocar dolor intenso en el talón, especialmente al levantarse por la mañana o después de estar mucho tiempo de pie. La causa más común es el uso de calzado inadecuado, el sobrepeso, las alteraciones biomecánicas del pie o el exceso de actividad física. El tratamiento fisioterapéutico se basa en estirar la fascia plantar y los músculos de la pantorrilla, aplicar calor local, masaje transverso profundo o punción seca en los puntos gatillo, usar plantillas ortopédicas o férulas nocturnas y evitar los factores desencadenantes.

El neuroma de Morton es otra patología que afecta al pie y que consiste en un engrosamiento del nervio interdigital que pasa entre el tercer y el cuarto dedo. Esto provoca una compresión del nervio y una sensación de quemazón, hormigueo o descarga eléctrica en los dedos afectados. La causa puede ser el uso de zapatos estrechos o con tacón alto, los traumatismos repetidos o las deformidades del pie como el hallux valgus (juanete) o los dedos en garra. El tratamiento fisioterapéutico incluye masaje descontracturante, movilización neural, electroterapia analgésica o infiltraciones locales. En algunos casos puede ser necesaria la cirugía para extirpar el neuroma.

Estas son solo algunas de las patologías más frecuentes que pueden afectar al pie y al tobillo, pero existen muchas otras como las tendinitis, las fracturas, las deformidades o la artrosis. En Fisiomedici somos especialistas en el tratamiento fisioterapéutico de estas lesiones y te ofrecemos un servicio personalizado y de calidad para ayudarte a recuperar tu salud y tu bienestar. Si tienes alguna duda o quieres pedir cita, no dudes en contactarnos.