El cuerpo humano se compone por más de 600 músculos cuya principal función es contraerse y relajarse para así poder generar movimiento. Asimismo, los músculos permiten controlar los movimientos que llevan a cabo los órganos de nuestro cuerpo, constituyéndose como elementos fundamentales en numerosos procesos de nuestro organismo. Por este motivo, es importante mantener en forma nuestros músculos para evitar enfermedades como la fibrosis muscular, ya que es esencial mantenerlos sanos para poder realizar de forma adecuada e indolora las actividades del día a día.

¿Qué es la fibrosis muscular?

La fibrosis muscular es una patología poco frecuente. No obstante, en los últimos años, numerosos estudios han puesto de manifiesto que se ha producido un incremento considerable en los casos de fibrosis muscular. Estos estudios establecen el aumento se debe a la aplicación intramuscular de vacunas y el uso de ciertos antibióticos como principales motivos. Si bien, a día de hoy, existen distintos tratamientos que son eficaces y permiten reducir las molestias ocasionadas por este trastorno. A continuación, vamos a contarte en qué consiste la fibrosis muscular, cuáles son sus principales síntomas y los tratamientos más adecuados para tratar esta dolencia.

La fibrosis muscular es una patología que se conoce también como granuloma cicatricial. Podemos afirmar que las lesiones musculares se producen con frecuencia. Generalmente, las lesiones que sufrimos en nuestros músculos conllevan la rotura de las fibras musculares; sin embargo, la mayor parte de los tejidos de nuestro cuerpo tienen la capacidad de regenerarse por sí solos tras sufrir una lesión. No obstante, en ocasiones, el tejido primario del músculo no se regenera de forma adecuada y, en su lugar, éste es sustituido por tejido fibroso.

Esta patología puede producirse en cualquier músculo del cuerpo humano, siendo los más habituales, los glúteos, los deltoides (que son los músculos principales de los hombros) y, principalmente, en el cuádriceps clural, dando lugar a una limitación progresiva a la hora de flexionar la rodilla.

Causas

La fibrosis muscular aparece por diferentes causas. En primer lugar, puede generarse por movimientos inadecuados, repetitivos y forzados del músculo, por lo que las personas deportistas cuentan con una mayor probabilidad de padecer esta dolencia. En otras ocasiones, la fibrosis muscular aparece tras una intervención quirúrgica en la que el proceso de cicatrización no se produce de forma correcta.

Síntomas de la fibrosis muscular

La principal consecuencia de esta alteración muscular es la rotura de fibra en un músculo, lo que puede provocar diferentes síntomas, como son:

  • Dolencias en la zona afectada.
  • Restricción progresiva de la contracción del músculo afectado, dificultando los movimientos del cuerpo.
  • Limitación a la hora de estirar el músculo afectado.

Cabe destacar que, con frecuencia, la fibrosis muscular va acompañada de la aparición de adherencias. Estas se definen como la unión de diferentes tejidos musculares que chocan entre sí y consiguen pegarse unos con otros. Las adherencias dificultan todavía más la movilidad e influyen en la calidad de vida de una persona, sobretodo cuando se encuentran en determinadas zonas como pueden ser las muñecas o rodillas.

Tratamiento de la fibrosis muscular

La fibrosis muscular puede llegar a afectar a la vida cotidiana de la persona que la padece. La acumulación de tejidos fibrosos en el músculo da lugar a un funcionamiento deficiente del mismo, principalmente porque éste se vuelve menos flexible. Por ello, al percibir las primeras molestias se debe acudir a un especialista para que, mediante las pruebas pertinentes, corrobore la acumulación de tejido fibroso en el músculo.

Para poder diagnosticar fibrosis muscular, será necesario realizar una resonancia magnética o una ecografía, puesto que con una radiografía convencional no es posible observar la acumulación del tejido fibroso en el músculo. El tratamiento de esta patología suele comenzar con técnicas de fisioterapia, pero los casos más severos requerirán intervención quirúrgica.

Son múltiples las técnicas que podrá utilizar un fisioterapeuta para el tratamiento de la fibrosis muscular. A continuación, te vamos a contar cuáles son las más utilizadas y las que mejores resultados ofrecen.

Masoterapia

Es una técnica utilizada para la rehabilitación de numerosas patologías relacionadas con el dolor muscular. Consiste en un masaje profundo sobre el músculo afectado llevado a cabo por un especialista en fisioterapia. Este masaje con fines terapéuticos permite ir recuperando la movilidad de la zona perjudicada. Además, la masoterapia mejora la circulación sanguínea y reduce el dolor, ya que contribuye a la relajación del músculo.

Tecarterapia

Esta técnica es de las más recomendadas en los casos de fibrosis muscular. Su aplicación puede ser de forma manual o automática. No obstante, es más recomendable la utilización manual para que el especialista pueda hacer más hincapié en la zona afectada. La tecarterapia permite alcanzar zonas más profundas del cuerpo. Esta mayor profundidad se debe a la utilización de radiofrecuencia que permite generar calor en la zona dañada, favoreciendo la recuperación de cualquier patología muscular en menos tiempo.

Ozonoterapia

Se trata de una técnica que emplea ozono médico para tratar diferentes patologías musculares. El tratamiento consiste en aplicar punciones de ozono en los puntos dolorosos. De este modo, el dolor se reduce notablemente. Asimismo, la ozonoterapia favorece la circulación sanguínea.

Ondas de choque

Se trata de un tratamiento revolucionario y altamente efectivo para el alivio de las dolencias ocasionadas por esta patología. Se recomienda la combinación de estas ondas con el tratamiento manual, realizado por un especialista. Este tratamiento consiste en la aplicación de corrientes de aire de alta intensidad.

Estas corrientes provocan una onda que penetra rápidamente y de forma eficaz en los tejidos dañados, produciendo el movimiento de las fibras del músculo. Cabe mencionar que se trata de un a técnica no invasiva para el cuerpo y que proporciona una mayor elasticidad del músculo afectado. En cuanto al tiempo de cada sesión, el tratamiento con este tipo de ondas dura entre 10 y 15 minutos, siendo necesarias, en la mayor parte de los casos, entre 5 y 8 sesiones.

Técnicas individualizadas

Además de las técnicas anteriores, el fisioterapeuta podrá emplear diferentes técnicas individualizadas para el tratamiento de la fibrosis muscular. Las más comunes son la acupuntura, ejercicios de pilates y los estiramientos. Las diferentes técnicas a utilizar dependes de varios factores. Principalmente, para valorar qué técnica es la más adecuada para tratar la dolencia, se estudian factores como la edad del paciente, cuál es el músculo afectado y el estado de la lesión.

Cirujía

Como decíamos anteriormente, también se utiliza la intervención quirúrgica para el tratamiento de la fibrosis muscular. Esta se recomienda en los casos más graves en los que la pérdida de movilidad es de tal nivel que dificulta la actividad diaria de la persona. Asimismo, se recomienda la cirugía cuando la fibrosis provoca dolor de forma persistente. Para estos casos es necesaria la valoración realizada por un traumatólogo que analice si compensa llevar a cabo una intervención quirúrgica en el caso concreto.

En definitiva, la fibrosis muscular se considera una patología causada por una deficiente cicatrización del músculo previamente lesionado. Se recomienda acudir a un especialista en cuanto se noten las primeras molestias ya que cuanto antes se comience con el tratamiento adecuado las posibilidades de recuperación son más altas.

Fuente

entrenamiento.com