Como en todo lo que hacemos por primera vez en nuestra vida, y el gimnasio no es una excepción, si no prestamos atención y pensamos que lo sabemos todo, vamos a terminar cometiendo alguno de los errores que veremos a continuación.

Sin embargo, debéis saber que cometer un error en el gimnasio puede resultar fatal y derivar en una lesión de cierta importancia que nos tenga una temporada en el dique seco, por lo que es importante que tengamos claros algunos ejemplos de lo que no debemos hacer para evitarnos sustos o que nuestros entrenamientos no sean del todo eficientes.

Enero y septiembre: los meses de los novatos

Si hay dos meses que se caractericen por la proliferación de novatos en los gimnasios son, sin ninguna duda, los meses que marcan el comienzo del año y el final del verano: enero y septiembre. Además, otro punto que caracteriza los meses previos a estas fechas es la sobreingesta de alimentos, en algunos casos de manera casi apocalíptica como si no hubiera un mañana.

Sin embargo, a pesar de que muchas de las personas que se apuntan al gimnasio en estas fechas lo hacen con todo la buena intención, acaban cometiendo algún error que hace que sus propósitos caigan en saco roto y, all poco tiempo, dejan de ir al gimnasio aun habiendo pagado la cuota de todo un año.

Principales errores que cometen los novatos en el gimnasio

El error estrella: los suplementos

Efectivamente, este es el error estrella que cometen gran parte de los novatos en el gimnasio: comenzar a entrenar y gastarse el dinero en botes de proteínas, creativa, cafeína y demás suplementos sólo porque lo han leído o se lo han dicho. No, si eres novato no necesitas suplementos (y dependiendo de tu alimentación, puedes no necesitarlos en ningún momento).

Sobreestimar nuestras capacidades

Si bien este error podríamos catalogarlo dentro de cualquier nivel de usuario dentro de un gimnasio, lo cierto es que es mucho más habitual en aquellos que acuden por primera vez al gimnasio (extensible también a aquellos que llevan años alejados de los gimnasios y quieren volver a apuntarse) sobreestimar sus capacidades o, incluso, llegar al sobreentrenamiento pensando que cuanto más entrenen más progresarán.

Querer empezar levantando los pesos que levantan el resto de usurarios por vergüenza de nuestra condición física o hacernos los valientes puede ocasionarnos desde un estancamiento nada más empezar o un muy lento progreso, hasta una lesión de diversa importancia. Tenemos que marcarnos nuestro propio ritmo.

Infravalorar los periodos de descanso

Mucho se ha hablado de la importancia que tienen los periodos de descanso en el entrenamiento, y cuando hablamos de novatos en el gimnasio o gente que retoma el ejercicio después de mucho tiempo, este punto es de vital importancia, ya que unos adecuados periodos de descanso van a permitir que nuestro organismo se recupere de forma adecuada de los esfuerzos y se oxigene.

Mi recomendación para usuarios novatos es dejar pasar 48 horas entre cada día de entrenamiento para permitir una correcta recuperación. Además, debemos tener en cuenta en este punto las horas de sueño (las recomendaciones de horas de sueño para una persona adulta son entre seis y ocho horas diarias, sin contar las horas de la siesta).

Descuidar la alimentación

Otro punto que puede provocarnos un descenso del rendimiento e, incluso, una lesión. Si ya la alimentación juega un papel importante en todas las personas que acuden al gimnasio, para un usuario novato se sitúa un poco por encima.

Sin un correcto aporte de nutrientes, nuestro cuerpo no dispondrá de energía suficiente para hacerle frente al estímulo que suponen los entrenamientos, y sin esa energía corremos el riesgo de no progresar o incluso de lesionarnos.

El «amimefuncionismo»

Llegamos a un punto realmente preocupante y peligroso para nuestra salud: el «amimefuncionismo». Seguro que todos conocemos a algún amigo, vecino o compañero de trabajo que alguna vez nos ha soltado esa frase de «pues a un amigo mío le ha funcionado» o «pues yo he hecho este ejercicio y me ha venido muy bien». Esto es lo más peligroso que podemos llegar a hacer, en caso de hacerles caso.

Que un ejercicio le funciones o le vaya bien a una persona, no quiere decir que a nosotros (que para más inri somos novatos en el gimnasio) nos tenga que funcionar. Es como cuando compramos una revista en el quiosco y vemos en portada «El entrenamiento para hombros gigantes de Arnold«. ¿Realmente pensáis que a nosotros/vosotros nos va a funcionar ese entrenamiento? Ni tenemos la genética de Arnold, ni tenemos la alimentación de Arnold, ni tenemos las ayudas que tenía Arnold en su época.

Cada persona, y más los novatos, son un mundo diferente cuando hablamos de entrenamientos, y por ello debemos ser conscientes de que no podemos copiar ni la alimentación ni los ejercicios de fulanito o mengano. Debemos tener nuestra propia planificación.

Fuente: vitonica.com